16 menores y un adulto del macrocampamento Balmaceda recibieron su Primera Comunión

La ceremonia, organizada por la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana de la UCN, fue el fruto de un acompañamiento sostenido por estudiantes misioneros y coordinado por el sacerdote jesuita Guillermo Baranda.

Dieciséis menores y un adulto del macrocampamento Balmaceda recibieron en Antofagasta el sacramento de la Primera Comunión en una eucaristía celebrada en la sede “Américas Unidas”. Tras un año de formación catequética constante, guiada por estudiantes misioneros del programa Misiona UCN, los catecúmenos vivieron por primera vez el encuentro con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, en un momento profundamente significativo tanto para ellos como para sus familias.

La iniciativa fue organizada por la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana de la Universidad Católica del Norte (UCN), en el marco de su labor misionera en campamentos de la ciudad de Antofagasta, y fue coordinada por Guillermo Baranda Sj, quien es el administrador parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza de los campamentos. “Este es un proceso de fe, pero también de dignidad. Es un hito significativo tanto para los menores y sus familias como para la vida comunitaria del campamento. Muchos de ellos han iniciado una nueva vida en Chile, trayendo consigo sus tradiciones y su fe. Como Iglesia, tenemos la posibilidad de acogerlos y acompañarlos en ese camino, ayudándoles a cultivar su espiritualidad en esta nueva etapa”, expresó el sacerdote jesuita tras la ceremonia.

Por su parte, Pía Villalobos Alegría, coordinadora del programa Misiona UCN, valoró el compromiso de los estudiantes que asumieron el desafío de preparar a los menores. “Durante un año visitaron sus casas, caminaron con ellos, los escucharon y compartieron la alegría del Evangelio. Esta comunión no es sólo un rito, es un signo de comunidad viva”, señaló.

La Primera Comunión es uno de los sacramentos fundamentales de la Iglesia Católica. En ella, quienes han sido previamente bautizados reciben por primera vez la Eucaristía, que simboliza la presencia real de Jesucristo bajo las especies del pan y el vino. La preparación, especialmente en contextos como los campamentos, implica no sólo la enseñanza doctrinal, sino también la vivencia concreta de los valores cristianos en comunidad.

La emoción fue compartida también por quienes recibieron la Primera Comunión. Ariane Leige (17) destacó la importancia del proceso: “Cada domingo me levantaba feliz para ir a la catequesis. Para nosotros esto ha sido una verdadera bendición. Agradezco a los misioneros, quienes nos mostraron un camino distinto, lleno de amor y fe”.

Este tipo de iniciativas se enmarca dentro del compromiso social y pastoral de la UCN, que a través de sus programas misionales busca generar un impacto concreto en la vida de las personas, formando al mismo tiempo a jóvenes conscientes, empáticos y comprometidos con su entorno.