La Facultad de Ciencias de Ingeniería y Construcción nace en el año 1961, cuando se crea el Departamento de Construcción Civil, integrado por docentes de las especialidades de Arquitectura, de Construcción Civil e Ingeniería Civil.
Posteriormente y a consecuencia de un desarrollo sostenido, se crean las carreras de Arquitectura e Ingeniería Civil, en el año 1987, pasando a constituirse la Facultad de Arquitectura, Construcción e Ingeniería Civil.
Después de 20 años, de permanente progreso y con las tres carreras acreditadas, se decidió separar el área de Arquitectura para potenciar cada una de las especialidades, creándose la Facultad de Ciencias de Ingeniería y Construcción, que identifica el campo de su accionar y busca profundizar el desarrollo de las áreas de la Ingeniería, la Construcción, la Prevención de Riesgo, y el Medioambiente, como aquellas disciplinas que sostienen los grandes proyectos inmobiliarios y de infraestructura.
La Facultad de Ciencias de Ingeniería y Construcción es una unidad que busca formar profesionales destacados en las áreas de la Ingeniería, la Construcción, la Prevención de Riesgo, y el Medioambiente. Para ello desarrolla su accionar en tres grandes ámbitos:
Formar profesionales competentes e integrales en el ámbito de la ingeniería y de la construcción, utilizando metodologías innovadoras en los procesos de enseñanza-aprendizaje e inculcando sólidos principios éticos y un sentido amplio de responsabilidad social.
Potenciar la investigación y el desarrollo de proyectos que contribuyan al desarrollo de las Ciencias de la Ingeniería y Construcción, entregando soluciones viables y sustentables a la Comunidad.
Fortalecer la vinculación con el medio a través de la docencia, investigación y prestaciones de servicios, en función de las necesidades del desarrollo regional y nacional y de las exigencias que impone un mundo globalizado.
Ser reconocida como una Unidad Académica auto-sustentada de vanguardia y un referente en el desarrollo de las Ciencia de la Ingeniería y Construcción, en las áreas prioritarias de la Facultad, generando un sello distintivo de calidad en su quehacer, reflejado en la competencia de sus egresados y en la vinculación con el medio externo y sustentado en la capacidad y competencia de su cuerpo académico.