Impulsan talleres de simulación para fortalecer evaluación del desempeño académico

La Universidad Católica del Norte (UCN) desarrolla en Antofagasta y Coquimbo una serie de talleres de simulación orientados a preparar a decanos, directores y vicerrectores para la implementación de la nueva etapa de retroalimentación contemplada en el Reglamento de Evaluación del Desempeño Académico, vigente para el proceso PTA 2024.

Esta formación se enmarca en una estrategia institucional de mejora continua para acompañar, por primera vez en 2025, la entrega de retroalimentación formal a los resultados de evaluación del desempeño académico.

El programa surge tras un proyecto piloto impulsado por la Vicerrectoría Académica junto a la Comisión Central de Evaluación de Desempeño Académico, desarrollado entre 2023 y 2024. Su positiva evaluación permitió avanzar hacia su aplicación institucional.

Según explicó Katy Dorador Donoso, directora de Análisis y Gestión de la Vicerrectoría Académica, esta etapa representa un avance significativo para la Institución. “Esta es una acción que se ha estado implementando por primera vez, y que tiene por objetivo poder retroalimentar lo que es la evaluación del desempeño académico de todo el cuerpo académico, para lograr avanzar en una mejora continua en aspectos como la carrera académica y los objetivos estratégicos de la Institución”, señaló.

El plan de formación fue desarrollado por las académicas de la Facultad de Medicina, María Isabel Ríos y Claudia Bugueño, quienes actuaron como relatoras. Además, contó con el apoyo de la dirección de UCN Virtual y la participación de la directora general de Pregrado, Claudia Behrens. El programa combinó módulos online asincrónicos, actividades sincrónicas y una fase presencial mediante metodología de simulación, ejecutada en ambas sedes de la UCN.

Para Katy Dorador, estas instancias de trabajo permiten fortalecer las capacidades de quienes lideran las unidades académicas. “Creemos que puede servir bastante para apoyar esta formación en decanos y directores, y de esta manera entregar mayores herramientas para que se encuentren mejor preparados”, destacó.

RETROALIMENTACIÓN

Las actividades se desarrollarán durante noviembre y diciembre, según la planificación y disponibilidad de las unidades académicas y, una vez finalizado el proceso, se realizará una evaluación interna para analizar los resultados de su implementación.

Desde la perspectiva de los equipos que han acompañado el proceso, las simulaciones han permitido instalar una visión formativa de la evaluación académica.

Para María Isabel Ríos Teiller, directora de la Oficina de Educación Médica y jefa del Centro de Simulación Clínica, “ha sido muy significativo ver cómo una idea piloto avanza hacia una práctica institucional, construyendo una forma distinta de entender la evaluación, observándola como un acto formativo”.

Además, señala que este proceso “permite reconocer trayectorias, abriendo espacios de conversación académica honesta, permitiendo detenernos a reflexionar sobre el rol de liderazgo y sobre cómo acompañamos a nuestros equipos”. Destacó también que esta formación se proyecta como un proceso continuo, orientado a fortalecer una cultura donde el feedback se conciba como cuidado institucional y como base para una “universidad que aprende”.

El objetivo central de esta etapa de retroalimentación es promover conversaciones constructivas que favorezcan la mejora continua, el reconocimiento de logros y la definición conjunta de acciones de fortalecimiento para los futuros periodos. La expectativa institucional es que este proceso aporte, tanto al desarrollo académico individual, como al avance de los objetivos estratégicos de cada unidad.